La mujer fuerte… ¿Es en serio? Perdón, aqui no hay mártires, sólo voluntarios.

Olga Saenz-Carbonell
3 min readJun 15, 2018

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Hace unos días publiqué en mi muro un post sobre como “la mujer fuerte” lo aguanta todo y nadie piensa en ella y sus necesidades (Así, resumidito). Y puse que hay que poner límites como comentario. (El texto ése está ahi al final de todo).

Hoy quiero elaborar un toque al respecto, porque, creo que está mal.

Creo que éso no está definiendo a una mujer fuerte. Creo que está definiendo a una persona que de alguna manera, por la razón que sea, no pone límites. Y mucho peor aún, cree que ésa es la definición de bondad, fortaleza, responsabilidad y todas las yerbas similares.

De alguna manera, los seres humanos nos compramos la idea de que sufrir por otros es algo súper meritorio. Y que ése heroísmo merece reconocimiento. Y que ése heroísmo nos está llevando al Amor.

Ehmmm … no.

Comencemos por ver un detallito: Los héroes, por definición están muertos.

Y terminemos por decir que quién no pone límites está sumamente enojado y no se atreve a expresarlo.

Entonces reescribo acá, una y cada una de las frases de lo escrito por Jallalla Ubuntu (De quién no encuentro nada más en Google que este post. Y no puedo evitar pensar que es inventado el nombre).

(Y, aunque creo que esto aplica a hombres, mujeres, perros, gatos y loros, voy a mantener lo de la “mujer fuerte” porque las mujeres nos compramos ése discursito con una frecuencia vergonzosa.)

Una mujer fuerte:

La mujer fuerte tiene necesidades y deseos y sabe rodearse de personas con quién puede expresarlos. Sabe que puede hablar, cuidarse y pedir cuidados y sabe mimarse.

La mujer fuerte sabe ayudar sin tener que ser crucificada heroícamente por ello. Sabe poner límites y decir que no sin sentir culpa. Y busca con quién hablar y que la escuche. No tiene rollos, en cualquier caso, con pagar terapia, si es del caso.

La mujer fuerte si está cansada sabe decir “Estoy cansada, llego hasta acá”. Sabe buscar ayuda si está cayendo, y reclamarla, si es del caso. Y sabe que puede luchar, eso si, con la culpa de no sentirse “fuerte”.

La mujer fuerte sabe perdonarse a si misma. Sabe que puede perder los estribos de cuando en vez, sabe que puede dejar el control en manos de otros y disfrutar del paisaje.

¡Y bueh! Sabe que lo que piensen los demás es problema de los demás y no de ella.

La mujer fuerte no necesita ser destacada permanentemente. Sabe que el amor y el reconocimiento son dos cosas distintas y sabe la diferencia entre lo uno y lo otro. ¡Incluso! ¡OJO! Lo más posible es que prefiera un perfil bajo.

La mujer fuerte sabe con certeza que le importa a mucha gente. Sabe que no necesita hacer nada para ser amada por que el Amor - si es Amor - no pone condiciones. Punto.

¡Y no se está diciendo a cada rato que a nadie le importa! Eso lo hace quién juega de víctima. No una persona fuerte.

La mujer fuerte sabe, en dos patadas, contenerse, honrarse, respetarse y mimarse. Y mandó, hace rato, por un tubo el título “mujer fuerte”.

Texto Original:

Cuando te ven una mujer fuerte piensan que no tienes necesidad de nada ni de nadie, que puedes soportarlo todo, que pase lo que pase, lo superarás, que no te importa ser escuchada, cuidada o mimada.

Cuando te ven una mujer fuerte te buscan sólo para que les ayudes a llevar sus cruces. Te hablan pensando que tú no necesitas ser escuchada.

A una mujer fuerte no se le pregunta si está cansada, si está sufriendo o cayendo, si tiene ansiedad o miedo, lo importante es que ella siempre esté allí: un faro en la niebla o una roca en medio del mar.

A la mujer fuerte no se le perdona nada. Si pierde el control se convierte en débil, si pierde los estribos se transforma en histérica.

Cuando la mujer fuerte falta un minuto se nota enseguida, pero cuando está se da por hecho su presencia.

Pero la fuerza que se necesita cada día, para ser ese tipo de mujer, no le importa a nadie.

Honra, reconoce, respeta y agradece a las mujeres fuertes que hay en tu vida, porque ellas también necesitan ser contenidas, queridas y sentir que pueden descansar en ti.

Texto: Jallalla Ubuntu

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